Según adelantaba hoy la agencia EFE, un equipo de investigadores europeos dirigidos por la arqueóloga andaluza Myriam Seco excavará a partir del próximo otoño el templo funerario del faraón Tutmosis III, en Luxor.
Destaca de la información encontrada en esta agencia de noticias el hecho de que en el yacimiento en cuestión no se llevan excavaciones desde hace más de cuarenta años. Asimismo, cabe destacar que la Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, ha recibido una concesión del Consejo Superior de Antigüedades para realizar un proyecto de colaboración con el conjunto de arqueólogos, para la difusión artística de los hallazgos futuros en la excavación.
De la andaluza Myriam Seco destaca su pericia en arqueología submarina, junto con su preparación intelectual. Asimismo, además del equipo arqueológico europeo, se adheriran al mismo especialistas egipcios, libaneses e incluso brasileños.
En cuanto al templo, objeto de la próxima excavación, se encuentra en realidad partido por una carretera que lo atraviesa de norte a sur y que ha dejado uno de los patios desgajados de la parte principal. Esta parte será restaurada en breve, tras el estudio de los arqueólogos que dirigirá Myriam Seco. El proyecto de "limpieza, restauración y puesta en valor del templo" incluirá el trazado de mapas, documentación fotográfica y la adecuación del templo para que pueda ser visto por los turistas sin afectar en ningún momento los trabajos de restauración.
Como curiosidad, podemos decir que los numerosos turistas que pasen por Luxor podrán ver el proceso de limpieza y restauración gracias a un circuito de visitas desde el que será visible el nivel original del suelo y otros puntos de interés.
El templo que perteneció a Tutmosis III (1479-1425 a.C.), sexto faraón de la XVIII dinastía, es uno de los más grandes de la historia del Egipto antiguo, y su fama no pudo ser eclipsada por su predecesora en el trono, la gran Hatshepsut. Tras la muerte de Hatshepsut sin descendencia, Tutmosis III comenzó una gloriosa era de conquistas y expansión imperial por Siria, Palestina y Nubia. Pese a que su templo funerario no se ha conservado tan bien como el de Hatshepsut, Tutmosis ha legado a la historia la ampliación del templo de Amón en el recinto de Karnak y la construcción de siete enormes obeliscos de los que cuatro son aún visibles en Estambul, París, Roma y Nueva York.