De los "monos sabios" o del periodismo de hoy




En el templo japonés de Toshogu está situado el santuario de Nikko, dónde podemos encontrar los “monos sabios” que aparecen sobre estas líneas, se trata de la representación artística del “no abstracto” dentro de una de las corrientes de pensamiento oriental más profusamente extendida en el país nipón.

Esta construcción en madera policromada del siglo XVII le da sentido a las conclusiones que han sacado recientemente en un informe elaborado unos investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid desde la Fundación Telefónica. Esta publicación titulada como “El periodismo en la era de Internet. Claves para entender la situación actual de la información en España” asegura que el periodismo, tanto impreso como digital, en el Estado español depende de las instituciones. En otras palabras, es obra de periodistas que sirven a los intereses de sus empresas o está centrado en ciertos partidos políticos.

Dicho estudio dice en su primer párrafo que “si la gente tiende a confiar cada vez menos en el periodismo" es porque "se ha extendido la convicción (y la prueba) de que no está respondiendo a la prioridad del interés público y de la búsqueda de la veracidad". La investigación, que no incluye a los medios audiovisuales sino a la prensa escrita y digital, señala que los periodistas se han hecho "felizmente dependientes". Los son tanto por la presión de sus empresas, como por instituciones públicas de las que dependen de algún modo, o bien, movidos por intereses político-financieros. De la lectura del informe se pueden sacar conclusiones que se aproximan a la extinción del periodismo real, ya que califica a los periodistas de hoy día como “creadores de información”, o simplemente como meros "clasificadores" del aluvión de información que les llega de los distintos partidos políticos o instituciones públicas, sin llegar a cuestionar siquiera la información que les llega (ya saben, aquello de la veracidad del periodismo).
Los investigadores que han elaborado este informe para la Fundación Telefónica diserta sobre la posición de la Información, de la cual dicen que están en manos de productores de noticias, elemento que se constata en el hecho de que cada vez se cite menos a las fuentes y cada vez se trabaje menos con fuentes propias, algo que se agrava en la red. En este sentido la investigación realizada detalla que los periodistas han perdido la iniciativa: la información propia, resultante de la investigación de los medios, corresponde a entre un 10 y un 20% en la prensa escrita. En el caso de los medios digitales, la práctica totalidad de la información es originada por agencias de noticias, dice el estudio.
De este modo, la valoración es "el toque distintivo", pero valoración más atenida a la opinión que a la interpretación, lo que está vinculado así mismo con la politización de los temas, politización que convierte al político en protagonista. En cuanto a los temas tratados, el predominio de la política se traduce en que ocupa el 27% del espacio en los medios no digitales y el 25% en los propios de la red, algo que no sucede en la prensa gratuita, mucho menos politizada.
"Si a ello se añade el hecho de que lo político ha empezado a confundirse con lo partidista", dice el estudio, entonces, "lo político, confundido desde el empobrecimiento conceptual que supone su asimilación a la dialéctica electoralista, es el foco de atención por excelencia". En referencia a los medios digitales, la investigación destaca que uno de los elementos distintivos de la red es su capacidad hipertextual (la posibilidad de enlazar unos textos o imágenes con otros), la convergencia multimedia y la interactividad (que el usuario participe).
Sin embargo, el informe demuestra "una insuficiente incorporación de enlaces de las noticias de portada en los medios digitales. Por tanto, no se ha producido una mayor contextualización de la información" a pesar de que lo permite alguna de las herramientas citadas.
Concluimos, pues, desde este blog de Ciencias Sociales en Andalucía, que el periodismo digno de tal nombre, aquel que se distingue por la búsqueda real de información actual, aquella de interés público y sujeta a la necesidad de prueba y el aval de las fuentes, tiene un margen residual en el actual panorama de la Información tanto escrita como digital, dónde como a los “monos sabios” de la imagen muchas veces nos queda a los lectores la única determinación de llegar al “no abstracto” japonés.
Ante la politización de los medios de comunicación, terminamos sobre todo los más críticos socialmente hablando, con la intención de “no ver”, “no escuchar” y “no hablar” de lo que nos intentan hacer ver que es la realidad, cuando ésta dista mucho de ser cercana siquiera a la auténtica realidad. Somos, en suma, espectadores de la producción artificial de noticias y de un mundo irreal, fruto de las diferentes redacciones periodísticas.